un guerrero danzante,
un cocodrilo expectante,
una caracola donde,
según el día,
puedo oir el mar,
el viento en un pinar
o tu voz, perdida
en el tiempo.
También un viejo reloj,
que mi abuela usaba
entonces. Un invierno
de estos dejó de sonar.
Hoy es un día de viento,
de nubes grises,
de lluvia.
de lluvia.
Mientras una mosca
golpea,
una y otra vez,
contra el cristal,
golpea,
una y otra vez,
contra el cristal,
me pregunto
qué dejaré yo,
cuando me vaya,
cuando me vaya,
sobre la mesa.
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