Te miro dormir.
Afuera, el frío nordeste
descubre un cielo azul,
profundo y hermoso
como el océano.
Dentro de poco,
las hojas nuevas
traerán la sombra,
y con ella el sosiego,
envolviendo las mañanas
con papel de regalo.
Las torcaces, siempre fieles,
volverán a intentar la cría,
su nido meciéndose al viento
en lo más alto del cedro.
Volverán también los rosales,
con su aroma de infancia,
a pintar de colores
las tardes serenas.
Y será en esas tardes
cuando el eco de sus risas
adorne aún más
la primavera.
Cierro los ojos y escucho
la música del tiempo.
la primavera.
Cierro los ojos y escucho
la música del tiempo.
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