Las golondrinas.
El castaño de indias.
Una mesa de piedra
bajo una lluvia
de ausencias.
Los ecos lejanos
de una partida
de dominó.
Vuelves,
una y otra vez,
a este jardín umbrío
al que llamas memoria,
huecos vacíos
que un día
ocupó tu infancia.
ocupó tu infancia.
En esta mañana de lunes
que se adivina hermosa,
el sol,
con su mirada indiscreta,
con su mirada indiscreta,
se cuela por el balcón.
Con trazo sencillo dibuja
perfiles de vida callada:
lomos de libros viejos,
la antigua radio,
la vieja habitación.
la vieja habitación.
algún día, hueco vacío
en mi alma.
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