miércoles, 17 de abril de 2013

De cuando Miguel d'Ors me dijo cómo he de decírselo; eso sí,dentro de unos años...






Arrugas en tu frente, patas de gallo, ojeras:

la escritura del tiempo en tu rostro. La veo

y reconozco en ella nuestra historia:

aquellas viejas tardes en el oro romántico

de La Ulzama y del Valle de Belagua,

las noches de desvelo impotente ante el llanto

de nuestros hijos, sus primeras sílabas,

que eran como un regalo fresco y limpio

del futuro, los largos kilómetros en coches

que siempre nos estaban demasiado pequeños,

nuestra telegrafía de miradas,

las horas convividas en amargos pasillos

de hospital, nuestras fugas jugando a ser amantes,

y los números rojos, y los suspensos, y

los muertos, y las velas de tantos "happy birthday"...


Toda esa vida dicen tus arrugas. Ahora

cada vez que te beso beso también en ellas

tantos años de amor.
                                     
                                       Miguel d'Ors     25-V-2011



viernes, 5 de abril de 2013

Un abril de Bergamín




Bergamín, a un abril como este nuestro, cansino ya, ahogado en frios y lluvias :


Si este es abril, ¿quién fiará de abriles?
Si es esta la risueña primavera,
¡qué triste primavera ahogada en llanto
y en lágrimas deshecha!

La oscura pesadumbre de la lluvia
que cae y que no deja
de caer, va cayendo sobre el alma
velándola de sombra cenicienta.



Por cierto, que nunca entenderé cómo alguien que escribió versos de la belleza y hondura poética de los que aparecen en libros como Apartada orilla y Velado desvelo pudo pensar como pensó, militar donde militó y decir lo que dijo.

Su poesía está ahí, y tiene la última palabra.