martes, 27 de noviembre de 2012

No me sueltes




Leyendo el otro día las Memorias de Ultratumba,me encontré con un parrafo que me llamó la atención:

"Cualquier mano es buena para darnos el vaso de agua que podemos necesitar en la fiebre de la muerte.¡Ah,quiera el cielo que no sea una mano demasiado querida para nosotros! ,pues,¿cómo abandonar sin desesperación la mano que se ha cubierto de besos y que se querría tener eternamente sobre el propio corazón?"
                                                                                

Me parece  muy hermoso,pero quizá Chateaubriand peca de un cierto egoismo.Muy humano,eso sí.
Ese egoismo que nos lleva a pensar cuánto más fácil nos resultaría abandonar este mundo si fuésemos unos solitarios,si no dejásemos nada detrás,si nuestra vida no estuviera iluminada por la luz del amor de nuestros hijos,de nuestra mujer,de nuestra familia.
Me obsesiona,como a todos,el dolor inmenso de ese adiós.Espero que entonces,cuando estas miserias humanas nos alcancen,sea el  momento en que la Fe despliegue sobre nosotros toda su fuerza y su inmenso consuelo.

Por eso,estoy más con Jiménez Lozano(como siempre),quien lo ve de una manera bien distinta.Así este precioso poema:

No me sueltes

¡Oh tu mano!,la vida
es un juego al corro solamente
o la cadeneta a que los niños juegan.
Mas tú,amor,no me sueltes;mira
que ya está muy oscuro y no sabría
andar a ciegas sin candela,
sin llama,sin herida
de ti en lo más profundo.
No me sueltes,amor,y ni la muerte
podrá ya nada contra ti,obstinada.













viernes, 2 de noviembre de 2012

Hoy supieron de nuestra presencia en el pueblo por el humo que salía de la chimenea.
Jiménez Lozano escribiría con esto algo hermoso.