martes, 12 de julio de 2016

Keizersgrachtcanal


Veo cómo pasan, desde mi ventana,

las barcazas por el Keizersgrachtcanal.

Me asalta, como un pensamiento hermoso,

toda la felicidad de la ausencia.

Se oyen las voces, canciones y gritos

de unos americanos celebrando

el cuatro de julio, aquí, sobre el canal.

Con el viento llegan las campanadas

de la Westerkerk, que todo lo envuelven.

Tan lejos de casa, en la ciudad de Amsterdam.