miércoles, 13 de abril de 2016

En la muerte de Lars Gustafsson

Ha muerto Lars Gustafsson. Como homenaje, un poema, del que su traductor, Hilario Barrero, dice que enamora.

Y es cierto. A mí me ha pasado.




                                  La calma en el mundo anterior a  Bach


Tuvo que existir un mundo anterior

a la Sonata a trío en re menor, un mundo anterior a la Partita en la menor,

pero qué clase de mundo?

Una Europa de vastos espacios vacíos, sin sonido,

por todas partes instrumentos dormidos

a través de cuyas teclas la Ofrenda Musical, El clave bien temperado

jamás pasaron.

Iglesias aisladas

donde el verso de la soprano en la Pasión

nunca se entrelazó  en desamparado amor

con los suaves movimientos de la flauta,

paisajes anchos y suaves

donde nada rompe la calma

sino las hachas de los viejos leñadores,

los sanos ladridos de fuertes perros en invierno

y, como una campana, los patines que muerden el hielo fresco;

las golondrinas que chillan en el aire estival,

la caracola que resuena en los oídos de un niño

y en ninguna parte Bach, en ninguna parte Bach,

el mundo en una calma de patinador  antes de Bach. 
                               

                                                              (Trad. Hilario Barrero)





 

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