miércoles, 9 de diciembre de 2015

Mañana de diciembre



Y aquí estoy,

Una mañana de domingo,

diciembre.

y muy temprano, además.

Peleando con la chimenea,

combatiendo al frío

que invade cada esquina

de esta casa.



Me acompañan

los sueños vacíos

de cuatro borrachos.

Y el canto de un gallo,

en apariencia

muy metido

en su papel.



Tengo a mano

a Thomas Merton,

a Dante y a Pla.

Y un poemario

de Moya Cannon,

irlandesa que desconozco,

pero que me habla

de las aves, del invierno,

de barcos y caracolas.

Debería de bastarme.



El graznar de unos cuervos

se cuela en la habitación,

envolviendo la mañana

en un no sé qué

de invierno antiguo.

Mientras,

se apagan las farolas,

y pasa fugaz,

perdiéndose en la niebla,

el ladrido feliz

de unos sabuesos.



Mirándolo bien,

a pesar del frío,

del sueño

y de la hora temprana,

no es mala manera

de empezar el día.







No hay comentarios:

Publicar un comentario