Sobre mi cabeza,
el techo de castaño,
el techo de castaño,
las vigas eternas.
Una vieja radio
entre ediciones baratas
de Morand,
Woolf,
Proust,
Montaigne...
Discurre la tarde
con el ritmo que marcan
el vuelo de las moscas
y esta cantata de Bach.
El sol ilumina
las hojas de la higuera,
y su reflejo invade
la quietud,
de madera y sueño,
de esta habitación.
Verano.
Agosto.
Una tarde de martes.
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