viernes, 31 de agosto de 2018

Gaviotas que se van...


Gaviotas que se van,

dejando atrás sus gritos.

Gritos que se desvanecen,

como copos de nieve,

sobre el tejado.

Allí los voy recogiendo.

Junto al murmullo del mar

los envuelvo,

con la seda que va hilando

el viento.

Así, cuando los necesite,

sólo un desgarro bastará,

con el cuchillo que me procure

el tiempo,

para derramar sobre el presente

la lluvia de la memoria.




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