jueves, 2 de agosto de 2018

Miro



Sólo me siento y miro.

Miro el camino, brillante por la lluvia,

que serpentea por el fondo del valle.

También miro la niebla,

que envuelve esta tarde de julio,

disfrazando, con su manto, el verano.

Miro las hojas muertas, de un lado a otro;

el viento del sur, su murmullo.

El barco en la botella navega, imperturbable,

mientras yo me siento en el muelle,

y espero.

Espero.

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