Al lado de la ventana, cara al jardín, la pareja
de jilgueros, siempre la misma, no dejan de mirarse.
En el mar, un viejo velero lucha contra la tempestad,
aproando las olas.
A lo lejos las islas, y sobre la mesa, al lado de la
A lo lejos las islas, y sobre la mesa, al lado de la
vieja pipa, en una caja de madera víctima de algún
naufragio, los tesoros del mar: corales, caracolas...
El crepúsculo va cayendo sobre el horizonte,
y una bandada de estorninos tizna el azul del cielo
con mil formas cambiantes.
En el jardín, las ocas, alborotadas, alertan de la
En el jardín, las ocas, alborotadas, alertan de la
presencia de un intruso que, a primera vista, sólo
pasaba por allí.
Y todo ello envuelto por el tañer de campanas de
Y todo ello envuelto por el tañer de campanas de
San Julián, llamando a misa en esta permanente
mañana de domingo.
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