sábado, 24 de diciembre de 2016

Ya falta poco


Lo tengo casi preparado.

En el jardín, el sol, a punto de caer, enciende los troncos de los árboles. 

En sus ramas, como pequeñas perlas de cristal, las gotas de agua hacen que

la tarde brille como un tesoro.

Los pájaros, no sé por qué, están muy callados, como si esperasen algo, 

quizás  el Milagro.

El humo de la chimenéa se queda suspendido en el aire, enganchándose 

en las ramas. como una seda rasgada. Y nos envuelve como en un cuadro 

de Brueghel, como en un cuento de Jiménez Lozano.

Por ahora está todo listo.

Más tarde vendrán las risas de mis hijos, la emoción de los abuelos.

Se harán más presentes las ausencias.

Y brillarán las estrellas como nunca, llenando con su luz, intensa como recuerdo

de infancia, cada rincón de esta Nochebuena.




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