"En su tierna juventud, Stoner había pensado en el amor como en una manera de existir
absoluta a la que podría acceder si era afortunado; en su madurez había decidido
que era el cielo de una religión falsa hacia el que se debía mirar con sosegado
descreimiento, benévolo y crónico desprecio y vergonzante nostalgia. Ahora, a su mediana
edad, empezaba a entender que ni se trataba de un estado de gracia ni de una ilusión;
lo veía como un acto humano de conversión, una condición inventada y modificada,
minuto a minuto y día a día, por la voluntad y la inteligencia del corazón."
John Williams, Stoner (1965)
Conozco y he leído el libro, sí.
ResponderEliminarPara mí ha sido un feliz descubrimiento.
ResponderEliminarUn abrazo