viernes, 28 de noviembre de 2014
De cómo me arrancó una carcajada Karmelo Iribarren
TANTO COLORÍN
Voy como suelo ir siempre
en invierno: gorra, chupa
de cuero, zapatos negros
de verdad, el paraguas a modo
de bastón. Muevo un poco
la cabeza y veo mi reflejo
en el cristal de una boutique.
Hago un alto y me obsevo.
Parece que me he confundido
de plató, pero me gusta lo que veo.
Sí, un tipo sólido, sobrio, serio,
de los que ya no se ven.
Sigo andando hacia La Concha.
Tanta hostia y tanto colorín.
Karmelo. C. Iribarren
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Y lo contento y aliviado que se queda uno, sí señor
ResponderEliminar¡Qué difícil es poner eso en palabras! Y lo fácil que parece.
ResponderEliminarUn abrazo, espero que pase este invierno poco a poco, pero sin parar.
¿Verdad que sí, José Luis? Es todo un maestro, Karmelo...
ResponderEliminarY el invierno irá pasando, aunque estos días parece estar muy cómodo entre nosotos...
Un fuerte abrazo