domingo, 25 de diciembre de 2011

Hoy mi hija acudió con prestancia y una pequeña chispa de orgullo a mi llamada de auxilio,solucionando con eficacia y rapidez un problema,para su padre insoluble,con el ordenador.
Se me ocurren pocas cosas tan gratificantes como el descubrimiento de que tus hijos son mejores que tú.En cuantas más cosas,mejor.



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