Sopla afilado el nordeste.
El mar se agita, incómodo.
La chimenea encendida.
Recuerdos de la lluvia,
de las tardes de domingo.
La estufa de butano.
Diez metros cuadrados
de calor ficticio.
Leyendo libros viejos
del pasado de otros,
de infancias antiguas.
La cena estaba a punto.
Siempre estaba a punto,
la cena.
La seguridad feliz
envolvió mi infancia,
que se creía inmortal.
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