martes, 26 de marzo de 2013
Nicolae Steinhardt
No lo sabía.
No lo sabía- la respuesta de aquellos a los que se les habla de la tortura, de los campos de concentración, de las cárceles, de las confesiones forzadas de los acusados, de los internamientos de políticos en manicomios-, no es una disculpa válida. Nadie está obligado a inventar la pólvora o a descubrir la teoría cuántica. Pero, por otra parte, una inteligencia elemental es un deber. Sobre todo para un cristiano, que tiene que estar siempre alerta ante las tentaciones. Y la estupidez es una tentación. Y no sólo para un cristiano.
Y esto a causa de una constatación experimental objetiva: nadie sabe nada pero todo el mundo lo sabe todo.
La ignorancia, la estupidez, el paso a ciegas por la vida y por las cosas, o el paso indiferente son cosa del diablo. El samaritano no ha sido sólo bueno, también ha estado atento: ha sabido ver.
Nicolae Steinhardt, El diario de la felicidad
Así, sin más. No se puede decir mejor.
viernes, 22 de marzo de 2013
martes, 12 de marzo de 2013
Paseo por Astorga
Volvimos a Astorga.
Y volvimos a sentir la melancolía de sus calles frias y desiertas; apenas alguna bufanda, algún sombrero, se cruzaron con nosotros, la mirada baja, escondiéndose del cortante cierzo de aquella mañana, que parecía venir de las laderas aún nevadas del Teleno, y que acompañó nuestro paseo frente a la casa del poeta.
Paseo obligado que desembocó en nostalgias bañadas de ocres, tañer de campanas y chillar de grajos, mientras una cigüeña- yo creo que siempre es la misma- dibujaba en el azul purísimo el mapa de una infancia, dormida ya entre lejanas nieblas.
Ha muerto
acribillado por los besos de sus hijos,
absuelto por los ojos más dulcemente azules
y con el corazón más tranquilo que otros días,
el poeta Leopoldo Panero,
que nació en la ciudad de Astorga
y maduró su vida bajo el silencio de una encina.
Que amó mucho,
bebió mucho y ahora,
vendados sus ojos,
espera la resurrección de la carne
aquí, bajo esta piedra.
(Leopoldo Panero, epitafio)
viernes, 8 de marzo de 2013
Soneto del alba
SONETO DEL ALBA
¡Cuida bien de este día! Este día es la
vida, la esencia misma de la vida. En su
leve transcurso se encierran todas las rea-
lidades y todas las variedades de tu exis-
tencia: el goce de crecer, la gloria de la
acción y el esplendor de la hermosura.
El día de ayer no es sino un sueño y el
de mañana es sólo una visión. Pero un hoy
bien empleado hace de cada ayer un sueño
de felicidad y de cada mañana una visión
de esperanza. ¡Cuida bien, pues, de este día!
(DEL SANSCRITO)
Del Diario de un poeta recién casado, donde J.R.J lo pone a modo de inicio de la obra.
jueves, 7 de marzo de 2013
Una mimosa
Esta mañana , tras llevarte al colegio,
planté una mimosa en el jardín.
Se empañarán mis ojos cuando,
en futuras primaveras,
su aroma me traiga el recuerdo
de aquellas mañanas en que
íbamos al colegio,
juntos,
tú y yo.
Pierre Bonnard , Mimosa (1915)
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