martes, 31 de julio de 2012

Sonetillo para vencer el rechazo a volver

Hora de la siesta, cansada y quieta,
que me brinda la tarde en este pueblo,
acunado por trenes y gorriones
bajo la grana sombra de un cerezo.

Mariposas perdidas sobrevuelan
este calor infame y justiciero,
mientras echo de menos otras tardes,
mientras echo de menos otros tiempos.
                   
Puede que hoy,la mirada serena,
cuando parece levantarse el viento,
sea buen momento de enfrentar pasados,

y guiados por la risa de los niños
intentar que las tardes venideras
nos traigan la alegría del regreso.














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