El viejo capitán.
Lo encontré en una almoneda,a donde había ido a parar junto con su diezmada tripulación,tras un naufragio sentimental.
Ahora ya no navega.Mira los barcos desde la bahía,imaginando derrotas,buscando nuevos naufragios.
Naufragios en los que,como él,cualquiera podemos sucumbir.
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