Ahora que el jardín despierta
de su letargo invernal,
me asomo y busco el consuelo
de la primera flor.
La primavera que sueño
es un paseo por el campo.
Nada especial, un campo humilde.
Me bastan dos o tres árboles,
algún pájaro, un sendero.
Vosotros a mi lado.
Charlas y risas, algún recuerdo.
No me importa que llueva,
que haga sol, que sople el viento.
De todas las maravillas
que adornan este sueño,
sólo vuestra presencia
resulta imprescindible.