jueves, 17 de mayo de 2012
viernes, 11 de mayo de 2012
Trapiello,un dulce privilegio
Un dulce privilegio la posibilidad de leer a Andrés Trapiello,de que puntualmente nos lleguen las entradas de su fantástico blog,de que impuntualmente(lo que le da más emoción), nos entregue ese monumento literario que son sus diarios, y todo ello salpicado con maravillosos poemarios como "Segunda Oscuridad",que nos van llenando de paz,sosiego y belleza.
Lean,si no,este poema y sean felices unos minutos:
NIÑOS EN LA CALLEJA
Los oímos llegar por la calleja,
pequeños, tres o cuatro,
igual que los corderos rezagados
cuando entra la noche, entre dos luces.
La charla que traían, las esquilas,
eran del mismo cobre. Simulaban
acaso ser adultos por lo serios
que venían tratando sus ingenuos negocios.
Se creían a salvo estando solos,
se creían mejores caminando,
se creían felices en lo desconocido.
Al llegar al laurel que angosta y ensombrece
con sus verdes más negros los portillos
se percibió su duda. El más audaz,
de no más de diez años, sacó pecho
y fingiendo valor mandó seguir.
Podíamos oír su aliento incluso
desde el viejo jardín, y sin ser vistos
contuvimos nuestra respiración
como hubiéramos hecho ante lo esquivo
de un silvestre animal o tal revelación
oída por azar tras de una puerta.
Reemprendieron la marcha, y el más chico,
el recental, fingiendo indiferencia
como su capitán fingió valor, le dijo:
«¿Verdad que este camino no da miedo?».
Oímos que su charla se alejaba
todavía más íntima. El silencio volvió
a este oscuro rincón de Extremadura
y leyendo seguimos cada cual nuestro libro
o fingiendo nosotros que leíamos,
exhaustas ya las luces del crepúsculo.
A la primera estrella fugaz que vea esta noche
le pediré eso mismo: alguien que al lado,
cuando llegue el momento de partir,
me asegure fingiendo que el camino
no puede darme miedo, y yo lo crea.
miércoles, 9 de mayo de 2012
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