He cumplido un deseo que hace mucho me rondaba:pasear por París de la mano de mis hijos.
Pero no sólo se ha cumplido mi deseo;también se cumplió el suyo:conocer,por fin, el reino de la fantasía,Disneylandia.
Y allá que nos fuimos...
Qué podría contar,salvo que nos dimos un baño de asombro,ilusión,felicidad,sustos y sorpresas cada que vez que mirábamos sus caras radiantes.
Siempre lo recordaremos,y nos hará muy felices.
Y también nos dará mucha pena,ese tiempo que pasa,tozudo.
Nos inundará esa mezcla de alegría,añoranza y melancolía que hace de la vida lo que es:una continua,dulce y dolorosa expresión de amor.